se la meten por el culo a la jovencita pero no la aguanta

La jovencita, con una mezcla de nerviosismo y excitación, se coloca de rodillas en la cama, ofreciendo una vista tentadora de su cuerpo. Su pareja, detrás de ella, acaricia suavemente su espalda, sintiendo la suavidad de su piel. «Despacito,» susurra ella, su voz temblorosa pero llena de deseo. Él asiente, posicionándose con cuidado, su erección lista para entrar. Con un movimiento lento y controlado, comienza a penetrarla por detrás, permitiendo que su cuerpo se adapte a la nueva sensación. Ella gime suavemente, sus manos agarrando las sábanas con fuerza mientras siente cada centímetro entrando en ella. La habitación se llena de sus respiraciones entrecortadas y susurros de placer. Sin embargo, a medida que él aumenta ligeramente el ritmo, ella hace una mueca de dolor. «Espera, espera,» dice, su voz tensa. «No, no la aguanto,» admite, su cuerpo rígido por el esfuerzo de soportar la penetración. Él se detiene inmediatamente, preocupado, y se retira con cuidado. «¿Estás bien?» pregunta, su voz llena de preocupación. Ella asiente, tomando unas cuantas respiraciones profundas para calmarse. «Vamos despacio,» dice, su voz más firme ahora. Él acata, volviendo a intentar con movimientos aún más lentos y suaves, asegurándose de que ella se sienta cómoda y excitada. La conexión entre ellos es intensa, cada movimiento sincronizado con sus suspiros y gemidos, creando un momento de éxtasis compartido y profundo, a pesar de la inicial incomodidad.